finalizando con un partidillo.
Quizás sea demasiado existente, pero hoy me he enfadado bastante con la actitud de los jugadores y al finalizar el entrenamiento los he reunido a todos para comunicarselo. Son chavales de 13 años que están ya en diferentes fases de la "edad del pavo", entre la niñez, la pubertad, la búsqueda de su identidad y la rebeldía. Tenemos de todos los colores, desde el chico responsable con una actitud inmejorable hasta el típico que no sabes si es que va de listo o es que no da más de sí.
Nos volcamos en que los entrenamientos sean exigentes, pero divertidos y variados, siempre con ejercicios con balón y siempre con partidillo, pero hay que realizar verdaderos esfuerzos en cada entrenamiento para que ejecuten los ejercicios con intensidad y bien en todos los aspectos. Otra batalla es la aplicación de estrategias en los partidos, aspecto donde estoy totalmente insatisfecho y no tengo muy claro si la culpa es de los jugadores o mía.
Para mejorar estas circunstancias, meditaremos la adopción de diversas medidas, con mucha mano izquierda y mucho diálogo antes de pensar en aplicar medidas disciplinares en entrenamientos y partidos.
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